El diario The Wall Street Journal alertó sobre el crecimiento de la violencia en México bajo la política de abrazos, no balazos del Presidente López Obrador. Según el WSJ, los grupos criminales han aumentado su influencia y control en el país, expandiéndose a actividades como la extorsión y el control de contratos públicos.
Desde que López Obrador asumió el cargo, los arrestos por parte de la Guardia Nacional de México han disminuido significativamente, lo que ha permitido a los cárteles ampliar sus operaciones, especialmente en la producción y transporte de fentanilo y metanfetaminas hacia Estados Unidos.
La caída en los precios de la cocaína y la marihuana ha llevado a los cárteles a buscar nuevas formas de hacer dinero, incluida la extorsión. Algunos alcaldes han nombrado a miembros de grupos delictivos en puestos en tesorerías locales, lo que otorga a los cárteles control sobre contratos de construcción y otros servicios públicos.
La violencia también se ha dirigido contra funcionarios gubernamentales y políticos, con un aumento significativo en los asesinatos en los últimos años. La situación ha llevado a un aumento en el número de familias mexicanas que buscan refugio en Estados Unidos.
La política de abrazos, no balazos ha sido interpretada por algunos funcionarios locales como un permiso para dar cabida a los grupos delictivos, lo que ha llevado a la financiación de campañas electorales y al asesinato de funcionarios que se oponen a ellos.
En resumen, el WSJ destaca que la violencia en México ha crecido bajo la administración de López Obrador, con los cárteles expandiendo su control y actividad criminal en el país.
Deja un comentario