Ahora que en este país está de moda copiar todo, de todo, donde gracias a la mercadotecnia aquella originalidad que distinguió a los mexicanos está perdida, los comerciantes unidos (CANACO y sus filiares) del todo país y màs que nada obligados por los medios de comunicación, lanzan unas ofertas simuladoras, engañosas, disfrazadas y hasta dolosas, dirigidas a los compradores compulsivos y los que caen en el garlito.
Ya les copiamos a los americanos su Santa Claus, cambiamos al Hallowyn y como los americanos tienen su Viernes negro, es decir un día después de que celebran su día del Guajolote, (Acción de Gracias) pues tomamos su día, sólo que aquí le llaman el Buen Fin. Días estos que las tiendas se llenan de clientes con tarjetas y deudas que al igual que el FOBAPROA de los mexicanos, son deudas impagables, nunca se paga, porque el otro año se renueva su crédito y sobres los clientes cautivos.
El pueblo no está en estas fechas ni en otras para gastos, con lo que les pagamos a los senadores, gobernadores, diputados, ministros, secretarios, subsecretarios, comisiones, y a otros 5,000 funcionarios de primer vuelo tenemos , por otro lado el país esta en crisis, en los servicios de salud, de educación, de seguridad ni se diga y no está el horno para bollos, menos para esos papelitos de vender tables, televisores, celulares, aparatos electrodomésticos que valen elevados precios y rebajados a su precio normal.
Un buen fin sera sin duda que los comercios pusieran en verdaderas ofertas la comida, lo esencial para la gente, para que hasta los miserables y los habitantes de las fajas de miseria y la llamada clase baja recura a esas compras, rebajar el huevo, azúcar, leche, carne, tortillas, frijoles, la fruta, pollo, pescado, entre otros productos de consumo diario y que apuran a la gente más necesitada.
Rebajar Comedores y Refrigeradores para la gente ni siquiera tiene que llevar a la mesa o guardar en el refrigerador, por muchos motivos, que van desde el desempleo, hasta el empleo formal y desde luego los salarios de miedo que se dan en las empresas, esto en México es una utopía, es la paradoja màs grande que hay y que las autoridades lo permiten.
Pero bueno así nos gusta vivir, pues y aunque para muchos con una tarjeta o firmas se cumple su sueño de tener una pantallota, o un refrigerador que con un simple botón empiece a parir hielitos, o un sillón reclinable o una teléfono moderno, pues ese Buen Fin y sueño, pronto a los 8 o menos meses, se va a convertir en una pesada pesadilla. ¡Que Siga el Entierro!
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