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Riquelme tiene su “Casa Blanca”

*** En menos de diez años, cambia modesta vivienda de Infonavit por residencia en Las Trojes
*** Construcción tiene un valor de seis millones de dólares; fue “regalo” de la empresa Construlita

trojesTORREON, COAHUILA.-El alcalde Miguel Angel Riquelme, «Caballo Negro» del Gobernador Rubén Moreira en la sucesión gubernamental que empezará a gestarse dentro de dos años, se ha vuelto inmiscuido en graves hechos de corrupción que han propiciado el repudio generalizado de los laguneros.
En el primer año de su administración, Riquelme estrenó una palaciega residencia en el selecto y exclusivo sector residencial denominado Las Trojes, donde viven ciertos empresarios de Torreón y prominentes miembros de la sociedad Torreonense.
La nueva residencia del alcalde de Torreón, según datos proporcionados por gente allegada al edil, tuvo un costo total de 6 millones de dólares, algo así como 90 millones de pesos, dinero que no ganará en los cuatro años de su administración. La lujosa residencia se encuentra ubicada en el fraccionamiento más exclusivo por la autopista Torreón-San Pedro, a la altura de la Universidad Iberoamericana.
En el edificio de la Presidencia Municipal de Torreón es un secreto a voces de lo ostentoso de la residencia del alcalde, en cuyo jardín se han servido banquetes de los eventos más relevantes, como su Primer Informe de Gobierno en Diciembre.
En los sectores políticos se habla que esta residencia fue un regalo de una empresa por algún multimillonario contrato otorgado sin licitación, posiblemente el otorgado a la empresa Construlita Lighting Internacional de Querétaro, cuyo costo total será de tres mil millones de pesos.
Lo cierto es que se trata de la tercera casa del alcalde Miguel Riquelme, desde que inició su carrera política en la década de los 90s.
Su primera casa fue modesta, en una colonia por la carretera Torreón-Matamoros, con un crédito de Fovissste, conseguido durante la administración del Gobernador Rogelio Montemayor.
Riquelme Solís ha ocupado varios cargos como Recaudador de Matamoros, Coahuila, Jefe de Control Vehicular en la Recaudación de Rentas de Torreón, Subsecretario de Desarrollo Social en la Laguna, Secretario de Desarrollo Social en Coahuila y Secretario de Gobierno en la administración de Rubén Moreira Valdez.
Ha ocupado los puestos de elección popular como diputado local y diputado federal. Integrante del grupo político conocido como «Los Burbujos», encabezados por el ex alcalde Eduardo Olmos Castro, a la sazón, su compadre, en la administración de Enrique Martínez y Martínez, bajo la protección del Secretario de Gobierno, Raúl Sifuentes Guerrero, al que ambos personajes laguneros traicionaron posteriormente.
El grupo de los burbujos lo integraban Lalo Olmos, Miguel Riquelme, Jorge Luis Moran, Fernando López, David y Shamir Fernández, Lauro Villarreal, Javier Lechuga, Gerardo Covarrubias, Rigo Fuentes y otros que han ocupado importantes cargos en las administraciones de Lalo Olmos y ahora con Riquelme.
Hace algunos años Miguel Angel Riquelme adquirió una residencia valuada en varios millones de pesos en la colonia Residencial El Fresno, frente a la Plaza Comercial Galerías.
La carrera de Riquelme ha sido meteórica, protegida por los gobernadores Rogelio Montemayor en 1995, Enrique Martínez y ahora los hermanos Moreira. Desde porro del Tec. De la Laguna, donde es recordado por algunos maestros todavía, hasta alcalde de Torreón, el peor en los últimos 40 años, según algunos ciudadanos.
Las preguntas que se antojan ante este descubrimiento son: Habrá declarado recientemente esta residencia y su costo?. De dónde tomó el dinero para comprar o construir esta palaciega vivienda, que es un insulto para la mayoría de los torreonenses y por último, a nombre de quien está registrada en el Registro Público de la propiedad y con qué costo.
El alcalde deberá declarar públicamente sobre el origen de esta millonaria vivienda y mostrar las escrituras públicas así como deberá mostrar en breve, las facturas de los tres autos que rifo a título personal, dos con las activistas de Desarrollo Social y el otro en la posada de los periodistas en diciembre de 2014. Tan porro como su protector Rubén Moreira Valdez.
Por Juan Monrreal López

Torreón, Coahuila.- Cuentan contemporáneos de Miguel Ángel Riquelme Solís en el Instituto Tecnológico Regional de La Laguna (ITRL), que el ahora alcalde de Torreón, siempre fue un haragán ambulante entre las jardineras y pasillos de la escuela, sin preocupación alguna por cursar las materias a las que se inscribía; las asignaturas las aprobaba,- al igual que el grupo de porros al que pertenecía,- a puñetazos, inyectando miedos a alumnos y profesores mediante soberbias palizas, con puños, puntapiés, objetos contundentes, eso sí, siempre protegido por las mafias que han dirigido al (ITRL). Riquelme tiene una historia escolar, semejante al gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, quien ahora lo protege y placea como posible sustituto.
En el ITRL, Miguel Riquelme, cosechó muchos apodos impuestos por condiscípulos. Era la única manera de tomar revancha de quien obstruía cualquier cuestionamiento al poder discrecional de la dirección del ITRL, al servicio del PRI y sus porros. «Cabeza de Yunque», era uno de esos motes, puesto que la inteligencia es un don ausente en la cholla del presidente municipal, cuyos balbuceos no rebasan los lugares comunes de años de priismo básico. Ya desde entonces, «Cabeza de Martillo» demolía argumentos y oposiciones con golpeadores, trancazos, dinero, con favores; también con muchas promesas de trabajo o beneficios por sacar del presupuesto público.
Con este camino, Riquelme Solís, se apoderó de la sociedad de alumnos del ITRL por 3 años (1990-1993)representación que usó para ligarse al entonces precandidato a la gubernatura del estado de Coahuila, el ultraderechista salinista, Rogelio Montemayor Seguy,- en aquel momento delegado de la secretaría de Programación y Presupuesto en Coahuila-, quien como pago a las mapacherías electorales desarrolladas con alumnos y ex alumnos del ITRL convirtió a «Cabeza de Piedra» en Recaudador de Rentas en Matamoros, hasta llevarlo al Departamento de Control Vehicular de Torreón.
Luego se ligó a los grupos priistas en ascenso,- Raúl Sifuentes Guerrero, Enrique Martínez y Martínez, Humberto Moreira Valdés, Rubén Moreira Valdez-, siempre empleando su único capital político; la transa, la intimidación, la amenaza, la mentira, el cinismo, el disponer de recursos públicos de manera ilegal, comportamiento que lo llevó a amasar una fortuna económica y de bienes, inexplicable desde cualquier ángulo del marco legal, totalmente comprensible desde el apodo que los priistas le acuñaron desde principios del año 2000 cuando «partía los apoyos de las campañas priistas para su beneficio», su alias, «Mr. Triquiñuela».
Miguel Riquelme no ha cejado en manejarse como es, autoritario e impositivo, más ahora que siente que es el redentor de Torreón, un municipio que él junto con Humberto y Rubén Moreira (Valdés & Valdez) han hundido cotidianamente.
Porro, poseído por un mesianismo de medios, «Cabeza de Piedra» se cree fuerte, pero también fracasado ante la realidad torreonita,- los asesinatos no cesan, los secuestros exprés y con retención de personas siguen, los robo a casas habitación persisten, los asaltos y robos de autos, con violencia y sin ésta, continúan imparables, etcétera-, en la que aun cuenta con estrecho margen de maniobra gracias a las profusas campañas de propaganda que sostiene en los medios de comunicación.
Por ello, los medios financieramente más fuertes de La Laguna, llenan páginas y páginas con entrevistas chabacanas de este alcalde. Con trabajos cosméticos iniciados por esta administración, pero aun sin concluir e incluso suspendidos.
La radio machaconamente habla de los «logros alcanzados por la actual administración» confeccionando comparativos numéricos con el día de ayer, acaso de una semana. Puro ejercicio pueril para generar imagen de cambio.
Ni que decir de la televisión, con sus merolicos de pantalla, llenando la mampara chica, con supuestos logros de «Cabeza de Yunque» en estos primeros 100 días del gobierno. Con palabrería, intentan ocultar la realidad del desastre que vive el municipio, después del desangre que vive Torreón desde que Eduardo «Lalo» Olmos Castro llegó a la presidencia con las triquiñuelas de Miguel Riquelme Solís, quien fue su jefe de campaña.
Ahora, con otro escenario, pero con peor desastre, Riquelme intenta que la ciudad crea que en 100 días de gobierno, el hundimiento de 9 años de Moreirismo, ya cambió, cuando siguen los mismos ladrones en los puestos de funcionarios, al igual que él.
Y en esta realidad, la compra de medios y periodistas es esencial; tan cardinal como generar una bonita imagen de ficción del municipio, mientras la realidad cotidiana de inseguridad, delincuencia, falta de empleo, saqueo del dinero público, siguen sin cesar pintando futuro negro para la que fue la ciudad más importante de Coahuila, por el valor de su economía y antes que deliberadamente se trazara la estrategia de los gobernadores, para mermarla.
Inhibir, cooptar, usar recursos públicos ilegalmente, comprar, perseguir; esa es la política que el alcalde de Torreón ha practicado siempre. Por lo mismo no es extraño que haya declarado la guerra contra los «columnistas huevones», quienes en estas circunstancias, son vocablo de voz crítica de la sociedad torreonense que rechazó al PRI, situándolo como segunda fuerza electoral en el municipio. También, esos «huevones» representan la palabra testimonial de la tragedia que vive la ciudad desde que los Moreira gobiernan Coahuila.
Con la declaración de Miguel Riquelme Solís, Cabeza de Yunque, frente a los locatarios del Mercado Juárez arremetiendo contra los periodistas,-dudo mucho que Riquelme conozca de géneros periodísticos-, sólo exhibió su intolerancia, su disposición total para embestir contra quienes escriben fuera del libreto de los boletines o entrevistas por encargo, tal como ya lo ha hecho contra diversas organizaciones ciudadanas o contra algunos medios y periodistas a quienes les niega la publicidad oficial que por derecho tienen, usando el argumento «que se les tira» en las páginas de estos instrumentos informativos, según ha declarado el camaleónico PRIPANISTA jefe de Comunicación Social, Jorge Hernández Guerra; por cierto enriquecido desde las oficinas de comunicación oficiales, sean del PAN o del PRI.
Frente a los vendedores del añejo Mercado Juárez, Riquelme Solís, formado en la escuela de la impunidad y las tinieblas mentales, despojó de su estatus de ciudadanos a todos los periodistas que él llamó huevones, especificó que «no me importan sus comentarios, sólo hago alusión por motivo de mi informe. Pero lo que realmente me interesa es la opinión, el sentir de los ciudadanos».
Por supuesto, mintió. El ciudadano es lo que menos le interesa. El residente de Torreón crítico, menos.
Luego, fiel a su costumbre, frente a los comerciantes, siguió engañando, «Yo siempre he estado dispuesto a aceptar los errores de mi administración, pero hasta ahorita no he recibido críticas de lo que he hecho ni hacia dónde va la administración(Sic)» cuando organizaciones sociales, de colonos, patronales día a día exigen que la seguridad mejore, subrayándole el grave error de ratificar como secretario de Seguridad Pública a Adelaido Flores Díaz o de mantener como coordinador responsable en esta área del ayuntamiento, al porro Jorge Luis Morán Delgado.
Peor.
Nombrar director de Prevención Social del Delito, a José Elías Gánem Guerrero,- uno de los favoritos de Rubén Moreira Valdez-, quien tuvo a cargo, la presidencia de Seguridad Pública del Cabildo torreonés bajo la administración de Eduardo Olmos Castro, y ya se vieron los resultados.
También es visible el ocultamiento de las Cuentas Públicas. En estos 100 días se han ejercido al menos 432 millones de pesos, en rubros que la ciudadanía desconoce. ¿Dónde está la transparencia?
La deuda pública, es enigma.
Lo que está claro es la intolerancia de Miguel Ángel Riquelme. La cerrazón que mantiene frente a la crítica o a simples ideas que no concuerdan con las de él. Nada raro. Sólo ratifica su historial de intransigencia.
Cierto es que ni en la encuesta pagada a Mitotsky), los ciudadanos de Torreón dejaron de señalar que los problemas principales de la ciudad son, delincuencia, violencia y desempleo, evidenciando que los trabajos que tanto presume Miguel Ángel Riquelme Solís, son cosméticos, nada de fondo. Una administración con tufo a Eduardo Olmos Castro.
Que Miguel Ángel Riquelme Solís califique de «huevones» a algunos periodistas, en realidad no es novedad; el suceso sería que el alcalde de Torreón pudiera hilvanar la escritura coherente de al menos una cuartilla, no en una mañana de café, en todo un día.
Sentencia el dicho popular que, «En boca cerrada no entran moscas» y es verdad. Tan cierto como que en «Cabeza de Yunque» no entran ideas; por eso las limitaciones de Miguel Ángel Riquelme Solís, una cabeza bien cerrada.

5 thoughts on “Riquelme tiene su “Casa Blanca”

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  1. esta bien que es rata pero no hay ni una casa de 6 millones de dls en las trojes, no sean pendejos ni mentirosos, en las villas lo dudo que alguna tenga ese valor

    1. Jajajaja es correcto, lo mismo pensé yo. 90 millones de pesos es una cantidad exagerada eso sería equivalente a comparar dos cerradas en las villas para el solo, o tener 3 a 5 casas juntas de las más caras en las villas

  2. Eso es algo abruptamente exagerado y la zona mas cara de la laguna son las villas, sin gran fundamento esta disque investigacion falta de fondos de la metodologías de investigacon jajajaja

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