Coahuila llega a cuatro años de tolerar crímenes de Estado

*** “… su actuación al frente del Ejecutivo del Estado, ha sido la mayor estafa que pudimos haber sufrido los ciudadanos”.-

*** “…no cuadran los dichos con los hechos en esta administración, pero qué se puede esperar de esta gente ruda, que tiene un sistema de gobierno mal intencionado…”.-

Se acerca la fecha para que Rubén Moreira Valdez presente su secreto de confesión delante de los habitantes de Coahuila quienes, de alguna manera, esperamos que dé a conocer las atrocidades que han cometido sus fuerzas del desorden en contra de los ciudadanos.
Es innegable que los coahuilenses hemos tolerados estos arteros crímenes de Estado, toda vez que hemos callado, no hemos denunciado ante las autoridades correspondientes a este criminal que se ostenta como gobernador y que además hace alarde de ser promotor de los Derechos Humanos en la Confederación Nacional de Gobernadores (CONAGO), ante quienes presume que Coahuila vive en paz y en armonía social.
Tal mentira no se la cree ni el propio Rubén Moreira, pues se sabe que la simulación ha sido su Nueva Forma de Gobernar, aunada a la ley del garrote y la represión para todo aquel ciudadano que no esté de acuerdo con sus leyes imperativas.
Es importante señalar que este cuarto informe de gobierno no es más que una lista de logros obtenidos desde el Congreso de la Unión, pues resulta inocultable el quebranto a las finanzas del estado, por lo que la “magna obra pública” que pudiera presumir, proviene de recursos emanados del Gobierno de la República.
De lo único que puede presumir Rubén Moreira, es de tener a una policía bien capacitada para amedrentar ciudadanos, detener de manera arbitraria a cuanto ciudadano se atraviese en las noches por su camino, no importando si presenta estado de ebriedad o no, o bien vaya a su hogar después de su jornada laboral a pié por no haber alcanzado transporte público y no cuente con fondos suficientes para pagar un taxi, o por que sea un padre de familia que vaya en busca de ayuda médica para algún familiar enfermo sea esposa, hijos, madre, suegra, cuñado o cuñada, en fin.
No es posible que por criticar a las policías se diga que aquellos que lo hacemos nos convertimos en un instante en integrantes del crimen organizado, solo por los dichos de Víctor Zamora un profesor de escuela rural, que nunca ha estado frente a grupo, con treinta años de estar comisionado para trabajar en diferentes puestos políticos cobrando doble sueldo y sin haber pisado nunca una aula escolar para dar clases.
Será lamentable que se presente Rubén Moreira a deletrear sus cuarto informe de gobierno, sin tener la delicadeza de haber dado a conocer los datos oscuros de los 300 desaparecidos de Allende, es inaudito que no tenga a bien hablar a cerca de los desaparecidos de Coahuila a manos “del crimen organizado”, es doloroso que no tenga la sensibilidad de voltear a ver los campesinos de Cuatrociénegas, no se puede concebir que tengamos un mandatario falto de visión política para actuar en consecuencia a favor de las víctimas, a pesar de ser, según él, abogado de profesión.
Es una vergüenza para Coahuila que nos represente un sujeto de esta categoría de ser humano, si es que se le puede llamar humano, después de todo lo anteriormente descrito que no son más que las cualidades más “honorables” que tiene un gobernante que ha sido la mayor desgracia que hemos elegido en este hermoso estado saqueado al por mayor por la gente que se supone, tiene a bien “cuidar y vigilar” los recursos públicos.
Este bien pudiera ser el informe de gobierno que debe presentar Rubén Moreira, pues su actuación al frente del Ejecutivo del Estado, ha sido la mayor estafa que pudimos haber sufrido los ciudadanos en este que se ha convertido en el sexenio más largo y doloroso para todos los coahuilenses, no así para sus colaboradores más cercanos, al igual que para los medios informativos aliados al no informar sobre las tragedias sucedidas en este territorio norteño.
Es asombrosa la manera en que se conduce el destino de este Estado que va directo al despeñadero y que además no hay mano alguna que detenga la caída de Coahuila en un agujero negro en materia económica, que si bien es cierto tiene luces a su alrededor que lo hacen parecer que tiene futuro prometedor al crearse nuevos empleos, mismos que son aparte de mal pagados, solamente creados para obreros y sub empleados, por que los profesionistas recién egresados de las universidades públicas y privadas, no encuentran un empleo digno para su profesión y aún así se presume de tener un estado con el primer lugar en la creación de más y mejores empleos.
En materia deportiva Coahuila no tiene la calidad suficiente en lo que a este tema se refiere, pues faltan entrenadores y maestros para diferentes disciplinas, incluyendo al béisbol, deporte tradicional en el estado y que es el deporte insignia de Saltillo, la capital, cuyo equipo los Saraperos han cambiado tres veces de administración, ¿pero qué podemos esperar, de este equipo que en los años 2011 y 2012, fueron bicampeones luego de haberse comprado los campeonatos por el gobernador anterior? Y para colmo ahora es utilizado para desviar recursos públicos. Hasta 50 millones de pesos mensuales van a parar a las arcas de este club, de acuerdo a la facturación que es pagada y obra en poder de Ismael Ramos.
No así para el equipo de fútbol Santos laguna de Torreón (único equipo de Coahuila en primera división) que sospechosamente ha sido dos veces campeón en este sexenio pese a no tener una plantilla bien formada de jugadores de ataque y contundencia, pues en esas ocasiones contaban únicamente con dos atacantes duros como Oribe Peralta (ahora propiedad del Club América) y el hachita Ludueñas, (refuerzo de los Pumas de la UNAM), pero era vulnerable en la defensa y en la media cancha no había un verdadero control del balón.
En el resto de los deportes mejor ni hablamos, pues falta que haya más difusión y sobre todo promoción para que los niños y jóvenes puedan desarrollar sus habilidades deportivas y además lo que lastima a las ligas amateurs de fútbol, es que en Saltillo, (principalmente), desaparezcan los campos llaneros para dar paso a tiendas de autoservicio o plazas comerciales e industrias, dejando incapacitados a niños, jóvenes y adultos para la práctica de este deporte, que bien puede alejar a todos ellos de los malos hábitos a pesar de que Moreira Valdez se dice ser promotor de la salud.
Caray esta vez no cuadran los dichos con los hechos en esta administración, pero que se puede esperar de esta gente ruda, que tiene un sistema de gobierno mal intencionado, que gobierna “con energía” en contra de los buenos ciudadanos y premia a los malos ciudadanos con reconocimientos y distinciones pese a no haber contribuido en nada positivo al crecimiento de las ciudades, siendo lo más rescatable haber sido desde muchos años atrás, amigos cercanos de su familia.
Con esta clase de gobernantes en México, podemos ver que nuestro país se cae a pedazos y los ciudadanos nos convertimos en esclavos de una dictadura estatal, cuyo representante, es un cacique disfrazado de buen ciudadano y que además padece el síndrome de hubris, enfermedad del poder que ataca principalmente a reyes y emperadores, pero que de alguna manera, también ha logrado trastocar la vida de algunos líderes políticos a nivel mundial como presidentes, primeros ministros y a jeques de Medio Oriente y muy actualmente a gobernadores de algunos estados como Coahuila y a algunos presidentes municipales como los de Torreón y Piedras Negras.
Pero en fin, como bien dijo un antiguo emperador romano, “cada pueblo tiene el gobierno que merece” y por no saber elegir bien y por seguir la línea de una familia, ahora sufrimos los coahuilenses las consecuencias de tomar de manera deliberada una mala decisión en las urnas electorales.
Sin duda alguna para la mayoría de los coahuilenses, este debe ser el informe de salida de un gobernador autoritario, vil, arrogante, desalmado, vengativo, mal ciudadano, saqueador, y con complejo de dictador, estas son algunas de las muchas cualidades que tiene en su imagen el señor Rubén Moreira, “flamante” gobernador y digno representante de los “Desechos” Humanos, perdón Derechos Humanos, ante quien corresponda, luego de mandar morir a dos de sus empleados quienes fueron obligados a participar en una maratón de 15 kilómetros dentro de un absurdo programa gubernamental.
Así se gobierna Coahuila, por un Moreira, así se vive en Coahuila gobernado por un Moreira, así es como un Moreira trabaja por el bien de su estado, y aquí me atrevo a lanzar esta pregunta al aire ¿debe otro Moreira o algún colaborador cercano gobernar el estado de Coahuila en los siguientes seis años?…esperamos sus respuestas.