Si no hubiera sido beisbolista seguramente que se habría dedicado a sembrar flores y cuidar el césped de los jardines. Le encantaba jugar en espacios abiertos y se posesionaba de los campos como si fueran de su propiedad; al menos eso fue lo que escribió de él uno de los viejos cronistas de aquellos tiempos que lo vio jugar en las décadas de los diez y de los veinte.
De llamaba Tristram Speaker, pero los norteamericanos con esa costumbre que tienen de simplificar los nombres lo conocían simplemente como “Tris”.
Cuando brillaba en las ligas mayores con los Medias Rojas de Boston, sus compañeros de equipo, los fanáticos de todas las plazas y sus adversarios, al referirse a él solían decir: “el dueño de los jardines”, porque él hábil y veloz pelotero cubría más espacio que ningún otro jugador y parecía adivinar por donde surgiría el batazo para atraparlo sensacionalmente.
Fue un jugador que realizó hazañas poco comunes y que todavía no han vuelto a repetirse en el beisbol. Es el único jardinero central que en toda la historia de las series mundiales realizó un doble play sin asistencia.
La singular jugada se presentó en el séptimo juego del clásico de otoño de 1912 ante casi 33 mil fanáticos que llenaron el estadio de la ciudad de Boston que esperaban ver coronarse a su equipo ese día, pero tuvieron que esperar una fecha más, ya que esa tarde el triunfo fue para los Gigantes de Nueva York once carreas a cuatro con lo que la serie se empataba a tres triunfos por bando.
Speaker atrapó un corto elevado que cualquier otro jardinero nunca habría alcanzado, pero el veloz guardabosques de los “patirrojos” no pensó lo mismo y salió decidido por la bola y que engarzó espectacularmente cerca del segundo cojín y siguió corriendo desenfrenadamente para poner fuera al corredor contrario que pensó que la bola no sería atrapada y corrió como un expreso para anotar con el batazo.
Esa serie tuvo la singularidad de alargarse a ocho partidos, porque el segundo juego fue expendido después de once emocionantes entradas con la anotación empatada a seis carreras. El sol se ocultaba rápidamente y la oscuridad amenazaba con causar problemas a los jugadores.
En esa serie mundial el talentoso Speaker bateó para 300 de porcentaje, después de una excelente temporada con bateo de 383 puntos que fue factor importante para que los Medias Rojas llegaran a la gran fiesta de otoño y derrotaran a los Gigantes por cuatro victorias contra tres.
En 1915 los bostonianos volvieron al clásico para enfrentar en esta ocasión a los Filis de Filadelfia a los que derrotaron fácilmente cuatro juegos a uno con Tris Speaker bateando para 294.
En fundado en la franela de los Indios de Cleveland, Speaker regresó a la serie mundial en 1920, cuando la tribu derrotó en siete juegos a los Dodgres de Brooklyn. Ese año el “dueño de los jardines” tuvo una de sus mejores temporadas al conectar para 383 y en el clásico para 320, fue, como siempre, la bujía de su equipo.
Pero los cronistas consideraban que sus mejores años fueron el de 1916 cuando, logró el título de bateo pon porcentaje de 386 y el de 1923 año en que empujó al plato 130 carreras para encabezar este departamento y alcanzar un porcentaje de 380 puntos, aunque en ambas ocasiones su equipo no llegó a la serie mundial.
Esa fue una temporada turbulenta, de gran fiesta para los neoyorkinos que tenían en Babe Ruth al mejor pelotero de la época y el más carismático de todos los tiempos y el “Bambino”, que no los defraudaba, se dejaba querer. Ese año estuvo a punto de ganar la codiciada triple corona de beisbol.
Obtuvo el Campeonato, de bateo de la Liga Americana con porcentaje de 39 puntos, fue líder en cuadrangulares con 41 palos de vuelta entera y se le escapó el renglón de carreras producidas porque Tris Speaker tuvo la ocurrencia de enviar a la registradora a 130 compañeros para posesionarse del título en ese renglón.
La mayoría de los récords para un jardinero de aquellos tiempos y algunos con duración hasta nuestros días, los impuso el veloz guardián de las praderas de los Medias Rojas de Boston que en una temporada tuvo 449 asistencias y sacó a 35 corredores en las bases gracias a su poderoso y certero brazo.
El zurdo Speaker , nació el 4 de abril de 1888 en el pequeño poblado de Hubbard City, Texas, Conectó 793 batazos de dos bases y 117 jonrones. Su porcentaje de por vida es de 345 puntos, uno de los más altos de la historia del beisbol. Ingresó al Salón de la Fama de Cooperstown en 1937 y murió en Lake Whitney Texas el 8 de diciembre de 1958.
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