*** Los matan en forma sanguinaria, algunos son quemados vivos.-
*** Venden los animales finos, el resto los sacrifican.-
*** Cuco Sandoval es solo un ambientalista político.-
Por Carlos Padilla Muñoz.-
Torreón, Coahuila.- De la manera más cruel y sanguinaria, como una película de terror, empleados de Control Animal de este municipio asesinan hasta 800 perros por mes, algunas veces a garrotazos, lo hacen de esta manera, para ahorrarse las inyecciones, que de acuerdo con la norma de Salubridad y de la Sagarpa, se aplica en los casos cuando se requiere eliminar algún animal que está condenado a la muerte por enfermedad terminal o bien por abandono.
Pero este no era el caso, en las instalaciones de Control Animal, se llevaban perros que se recogen en las calles, los que son denunciados por ataques a alguna persona o bien por una queja de algún vecino. No todos son perros corrientes, también recogen perros de razas finas.
A algunos perros son vendidos por los empleados de esta perrera municipal incluso se daban y dan el lujo de anunciarlos por internet y hasta por el periódico. Varios empleados obtuvieron bastante dinero con este negocio clandestino, sin importar que algunos perros tuvieran dueños, que nunca los pudieron encontrar.
Se habla, incluso, que se llegaron a vender perros sacrificados y vivos a personas que preparan barbacoa, según denunciaron algunos ex empleados, que proporcionaron algunos datos, para este reportaje.
El objetivo de Control Animal, una dependencia del municipio es el de recoger los perros callejeros, los que nadie reclama o bien son denunciados por ataques u otro motivo.
Los dueños de los perros que recogen los empleados de Control Animal tienen 72 horas para rescatarlos, de lo contrario van a la muerte. Hasta hace algunos meses, los empleados de esta dependencia, cuyas instalaciones se encuentran por la carretera a Santa Fe, en el oriente de la ciudad, mataban a los perros de diversas formas.
Algunas veces los colgaban de una cuerda como si fueran piñatas y los mataban con un bat de béisbol. Algunos animales eran llevados al Incinerador aún vivos, otros se desangraban en el piso sin ninguna misericordia.
Esta tarea de exterminar con los perros callejeros y que no podían vender, terminó hace meses cuando por instrucciones del Dr. Manuel Velazco, titular de Salud Municipal, se abrieron las puertas de estas instalaciones de exterminio, y se permitió que algunos grupos de voluntarios y voluntarias rescatistas buscaran quienes querían adoptar los perros para salvarlos de una muerte segura.
En Torreón existen varias asociaciones y grupos de protectores de animales y rescatistas, que han evitado que el daño sea mayor. Su tarea ha sido evitar que se sigan sacrificando perros, para ellos tienen que buscarles personas que los adopten, aunque en ocasiones han tenido que ser llevados a sus casas y locales donde son alimentados, desparasitados, esterilizados. Algunos con sus propios recursos económicos.
En esta tarea de rescatar perros sin dueño, se ha notado la ausencia del gobierno federal y estatal.
En Control Animal se dio de baja al encargado Raymundo Sánchez, después de que se investigó que se estaba desviando el dinero para comprar croquetas, medicinas e inyecciones letales para terminar con las vidas de los animales. Incluso la venta clandestina de perros de raza que eran recogidos por las perreras.
El método que normalmente se emplea para terminar con la vida de un perro es aplicarles tres inyecciones, una para calmarlos o tranquilizarlos, la segunda para anestesiarlos de alguna forma y la tercera es letal para terminar con su vida. Pero la administración pasada no invertía el dinero en inyecciones y los mataban a garrotazos.
Anteriormente se incineraba los cuerpos de los animales que sacrificaban, este proceso tenía un costo por gas hasta de 200 mil pesos, ahora se ahorran este dinero y los tiran en bolsas de basura en el relleno sanitario o bien los sepultan en lugares especiales.
Grupos de rescatistas han intervenido últimamente y han logrado evitar la muerte de miles de perros que son llevados por las perreras que recogen animales en forma indiscriminada.
De esto, los alcaldes Miguel Riquelme y ahora Jorge Luis Morán, estaban enterados, y a pesar de que en varias ocasiones dijeron que se metería orden siguieron estos sacrificios clandestinos, venta de perros y actos de corrupción.
En Control Animal se consultan y se curan perros particulares, se cobran por estos servicios, aunque el municipio da dinero para que sean gratuitos. Ahora Control Animal está a cargo del doctor Fernando Morales, y aunque las cosas han cambiado un poco, sigue siendo un punto oscuro de la administración donde se lucra y algunos empleados sindicalizados siguen haciendo de las suyas.
La venta de perros finos sigue latente, solo la intervención de grupos rescatistas evitan que esto siga como antes.
Ni siquiera el diputado federal Cuco Sandoval ha intervenido en este problema, a pesar de que se le han hecho llegar muchas denuncias, “Solo lo hace como slogan político, eso de defender a los animales, nunca se ha parado aquí para investigar la matanza de perros callejeros, a él solo le interesa la política”, dice un rescatista.
NO SE APLICA EL REGLAMENTO
En Torreón existe un reglamento sobre perros, gatos y otras mascotas, pero en su mayoría no se aplica. Por ejemplo, los perros bravos o de pelea, como el Doberman, Bill Pull, Bóxer y otros, no deben andar por las calles sin bozal.
En el Paseo Colón, donde caminan muchas familias, se reúnen dueños de estos perros que transitan sin bozal ni precaución alguna.
Cuando un perro que tiene propietario, ataca a una persona, como ha sucedido en los últimos meses, incluso han causado la muerte a niños y han causado heridas permanentes, las autoridades no obligan a los propietarios de los perros a pagar los daños causados o bien indemnizaciones cuando se trata de daños permanentes.
Recientemente se aprobó una nueva Ley de Protección a los animales por parte del Congreso, pero en el caso de los perros no se ha aplicado para su protección. En Estados Unidos, es muy grave que una persona traiga un perro sin protección o bozal, y si una persona es atacada por un perro, el propietario tiene que responder por todo e es llevado a corte.
En Torreón se calcula una población de 400 mil perros, 150 mil son callejeros, sin dueño o extraviados.
LOS PERROS DEBEN CUIDARSE
El amor a los animales y la inquietud de hacer algo por ellos ante el maltrato que reciben hizo que Claudia Hernández, médica veterinaria egresada de la Universidad de San Carlos, trabajara por ellos a través de la oenegé Humane Society International, en la cual empezó, con un grupo de profesionales, a darle forma a la iniciativa que después de dos años y medio se convirtió —el martes último— en la Ley de Bienestar Animal aprobada por el Congreso.
“Si el motivo de que el perro esté amarrado es por ser agresivo, porque ha atacado, es mejor buscar quién lo adopte o ponerlo a descansar”. Claudia Hernández, veterinaria.
Las personas llevan al animalito al veterinario cuando ya se está muriendo, cuando tiene moscas encima. Realmente no toman conciencia que se trata de un ser vivo y necesita alimentación, que necesita un espacio para jugar y comer.
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