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Agotado el Plazo

BAILE Y COCHINO.-

Por: Horacio Cárdenas Zardoni.-

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Los rectores de la Narro siempre han sido muy llorones. Parece que es parte de la descripción del puesto, aparte de capotear con la mano izquierda al sindicato de los académicos y con la derecha al de los administrativos, hacer como que hace para evitar las huelgas que se dan casi cada año, pedirle las perlas con todo y virgen a la federación, en forma de aumentos al presupuesto que nunca llegan, hacerse rosca con el pago de lo que se debe al servicio médico de la sección 38, está el asustar con el petate del muerto anunciando la quiebra del fondo de pensiones, como en los otros asuntos, sin realmente comprometerse a que a la hora que entreguen la oficina número uno del nido de los Buitres, dejar las cosas mejor que como las encontraron.

De veras, revise las declaraciones a la prensa, los informes de administración, y los problemas son siempre los mismos, eso cuando no están aderezados con alguno que otro delicado asuntillo de contratación de personal fuera de la plantilla, desvío de fondos de una partida etiquetada para otra más apegada a las conveniencias políticas del rector en turno, observaciones de la Auditoría Superior, que como todas las demás dependencias de gobierno, ignoran olímpicamente.

¿Y qué pasa cuando un problema no se atiende?, pues que cuando lo encuentra la siguiente administración ya creció en tamaño y gravedad, haciéndose todavía más difícil encontrarle solución, cayendo por supuesto en el expediente de “pedir ayuda” a la Federación, o al Estado, para que les inyecten tantos más cuantos millones de pesos que necesitan, olvídese de para emprender nuevos proyectos académicos, sino para siquiera salir de las broncas administrativas, financieras, laborales que tienen carácter de urgentes.

¿A ver, cuántos años tiene que escuchó usted que en la Universidad Agraria había una lista de profesores en espera de jubilación, pero que no podían concretarla porque no había dinero en la institución para darles su finiquito y comenzar a pagarles su pensión?, tranquilamente cinco o siete años, tiempo durante el cual la lista se ha hecho más larga, los derechos de aquellos primeros profes y trabajadores han aumentado, y en la práctica nada se ha avanzado para que ellos puedan irse a disfrutar de su jubilación, luego de años y años de trabajo.

Según los últimos datos proporcionados al borde del llanto, más allá del borde del llanto por el rector Ernesto Vázquez Badillo, buitre él hasta los mismísimos tuétanos, el fondo de pensiones de la UAAAN tiene solamente 32 millones de pesos, y que como la institución desembolsa mensualmente 5 millones en el pago de los 500 pensionados y jubilados que tiene, no hace falta ser doctor en agricultura para hacer la división que nos arroja que hay dinero para seis meses… y luego se acabó. Bueno, quedan dos millones para aventarse una última barrilada de antología, y los que la sobrevivan, pues a ver como enfrentan el gasto del siguiente mes. Veamos, si estamos en febrero, por allá por julio estarán los narros, los narros jubilados, comenzando la etapa más miserable de su existencia, la de pensionados quebrados, de la cual, ahora sí de regreso en su papel estelar el rector Vázquez B. solo podrá rescatarlos el gobierno del Estado o la Federación, pero a como están las cosas en uno y otro nivel, y la relación entre ambos, no hay mucha esperanza de que esto ocurra por las buenas.

A lo mejor por las malas, ya sabe: cierre de carreteras, acostar algunos masters y doctores en las vías para impedir el paso de los trenes, la toma de la plaza de armas, una huelga de hambre, que en este caso tendría un impacto más allá de lo meramente simbólico, sin descontar medidas extremas, como la de hacer un viajecito a la Ciudad de México para apersonarse en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero ese es el último recurso y hay que exhibir las huellas del abandono y la pobreza, que no todos los pensionados de la Narro tienen… todavía.

Lo que son las cosas, años y años tienen burlándose los pensionados y jubilados de los trabajadores en activo, a ver si comenzando el siguiente ciclo lectivo se siguen riendo igual, por lo menos los activos tienen la quincena asegurada, mientras que los retirados… según lo que dice su rector, y aunque suene demasiado dramático, tienen los días contados… las quincenas contadas, pues.

¿Qué será de los jubilados de la Narro a partir de julio?, ¿realmente hay alguna posibilidad de que el gobierno estatal, o el federal, asuman el pago mensual de las pensiones, por llamarlo de alguna manera, en automático?, lo dudamos. Ah, y eso pensando solamente en los 500 que ya están, faltan los 400 que están en fila, más el resto de los trabajadores, ninguno de los cuales tiene entre sus planes trabajar hasta que caigan muertos sobre el surco.

Lo que podría ser más probable es que se declare la quiebra del fondo de pensiones, y ya sobre ese cadáver negociar con los pensionados y próximos a pensionarse, negociación que no será en las condiciones actuales, o sea no lo que están cobrando ahorita sino mucho menos, no para vivir como exNarros, sino en la republicana austeridad, que les anticipamos les va a saber amarga, amarga.

Abriendo paréntesis: nadie por supuesto habla y a lo mejor tampoco piensa, en llamar a cuentas a quienes malversaron los recursos del fondo de pensiones, a lo mejor si hubiera algunas acciones sumarias, digamos, decomisarles casas, ranchos, cuentas, para restituir aunque fuera un poco lo robado, perdón lo perdido, perdón lo que no está, pero eso en este país no ocurre, ni con la cuarta transformación ni con las tres anteriores. Se cierra paréntesis, aunque ojalá germine la semilla sembrada.

Señoras y señores, según el rector V.B. esto se acaba en julio, la lana, y la bronca comienza el mismo día y mes.

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