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Economía y Tecnología en tiempos de pandemia

NOTICIAS DIVERSAS

Por: Héctor Barragán.-

Buscando la razón de lo deshilvanado de las últimas colaboraciones hechas a El Demócrata se encontraron lejanos antecedentes en el periódico estudiantil El Chisme, en el Ateneo Fuente, del año 1952, es decir que en 68 años, desde los pinitos plantados por Sergio Recio Flores, periodista profesional estudiante en la Escuela Nacional de Filosofía y Letras hacia 1953 y posteriormente cronista del Estado de Coahuila por mandato del Prof. Oscar Flores Tapia en su calidad de Gobernador Constitucional. Es decir que la carrera ha sido larga, sumamente interesante y variada en cuanto a medios y poblaciones, pero probablemente anuncia un retroceso natural.

Sin embargo se prosigue, con la mejor intención, la buena voluntad que pretende llevar algo positivo.

LA ECONOMÍA ACTUAL

Debido a la pandemia en buena parte, la economía mexicana se ha distorsionado considerablemente y en muchas de sus partes se ha reducido. No solamente han desplazado millones de trabajadores. Sino que se han dejado de crear los millones de empleos que la sociedad mexicana requiere, hace varios años y particularmente en el de 2020.

El cuerpo médico existente queda muy por debajo de la calificación exigida por el Covid 19, los equipos, laboratorios, – consultorios, analistas, además de sus auxiliares ni qué decir de los medicamentos, que aún no existen para combatir la enfermedad; el presupuesto federal ha sido comprometido para equiparar al país con el problema, comprometiendo cifras gigantescas para vacunas, que pueden ser el modo de detener el aumento de contagios y así de fallecimientos, pero se han recrudecido deficiencias en prácticamente todos los rubros de la administración pública.

Los gobiernos estatales sufren paralelamente con la insuficiencia de recursos, para casi todo, por participar en los gastos e inversiones para combatir la mortal pandemia. Es explicable, pero difícil que dispongan de los montos de recursos de años anteriores, primero porque se ha gastado mucho más de lo que se pensaba y segundo, por recibir menos de los recursos de parte de una economía achicada.

Por cierto que la campaña de crítica a la Federación por escatimar fondos a los Estados y a renglones de la administración general es tan intensa y se le brindan dineros, de los que dicen no tener, crea una situación de desconfianza, dudas, fricciones, que nada benefician al país, pero precisamente todo lo contrario.

Coincide esa situación difícil planteada financieramente con la necesidad de más fondos, que quienes debiendo aportarlos por obligación fiscal, se suman al malestar y la controversia, con ánimo de pagar menos de lo justo o beneficiarse con los negocios del gobierno, como ha sucedido en muchas ocasiones.

Se trata de la vieja pugna de los unos cuantos llenos de recursos contra todo el que pretenda mejorar las condiciones de grandes grupos de personas al borde de la miseria. Bajo el razonamiento de que se les pretende quitar su riqueza elevará a otros que son perezosos, indolentes, incultos, cuando solamente se les solicita una parte de sus ganancias para financiar la situación de desventaja de los carentes de oportunidades.

Pero disculpando otra digresión, también por esos lejanos años de mediados del siglo pasado se publicó otra revista, denominada La Palestra en la cual colaboró seguramente el Lic. Cesar Augusto Cárdenas García, desaparecido como Recio en plena vitalidad y capacidad intelectual y política.

Se asegura que la economía mexicana se ha reducido porque de hecho todas las actividades productivas han tenido que prescindir de una cantidad importante de trabajadores, mismos que representan la mayor parte de la demanda efectiva nacional.
Muchas empresas obligadas a cerrar, lo harán definitivamente al carecer de medios para solventar los gastos en la inacción y muchas también fueron obligadas a disminuir su plantilla de trabajadores, teniendo que afrontar considerables pérdidas operativas las que corresponden a las reducciones en la escala de producción.

Si los empresarios tradicionalmente buscan disminuir costos a base de tecnología, equipos a modo para bajar el número de trabajadores, tendrán que seguir buscando reducciones en costos para prevalecer en los mercados, abatiendo el número de plazas laborales, que naturalmente son estas la expresión del tamaño y fortaleza del número de compradores.

ECONOMÍA DE GUERRA

En unos cuantos años, los Estados Unidos reorganizarán su sistema productivo, para enfrentarse a la contingencia de su participación en la segunda conflagración mundial como la primera potencia militar del orbe. En ese sistema de economía de guerra prácticamente la totalidad de la población del país, hicieron un verdadero ejército de mujeres para la producción de la ropa y alimentos a habría de requerir el país y su gigantesca milicia, pero las fábricas altamente tecnificadas dejaron de lado la producción de equipo y materiales ajenos a la guerra, trabajando en todo su territorio intensamente. El abastecimiento de materias primas para su industria y su consumo básico significó un impulso gigantesco para el mundo entero, especialmente para su órbita de influencia, como jamás en la historia económica del mundo.

Porque previamente en otra forma de economía de guerra, Alemania había logrado su recuperación económica tras su derrota en la primera guerra mundial y a pesar de los elevados gastos de reparación «de guerra» que tenía que cubrir a los países vencedores, desde el año de 1918.

En ambos casos, la tecnología y la ciencia coadyuvaron al desarrollo económico y los capitales trabajaron activamente en el fomento productivo; en el caso alemán superando primero la falta de los productos primarios, a causa de que aún la producción primaria, de artículos básicos estaba considerablemente deprimida y ocurría lo mismo con producción de agropecuarios.
La concurrencia activa y decisiva de capital y trabajo hizo posible el desarrollo en alto grado de la capacidad productiva de ambos países en corto tiempo, llevándolos al nivel de varias de las economías tradicionalmente importantes.

Los alemanes aprendieron en corto tiempo a producir sin necesidad de subsidios ni protecciones arancelarias, a elevar la calidad de su producción industrial, desarrollar la productividad agropecuaria a unificar sus esfuerzos en favor de sus familias, sus trabajadores y su país.

En tanto los Estados Unidos al aumentar su producción y productividad, elevaron la condición de vida de sus habitantes, al par que la situación de sus proveedores, quienes por cierto, solo por excepción se beneficiaron mejorando sus economías, es decir, sus sistemas de producción y de distribución de los ingresos derivados de la actividad productiva.

Más aún, esas economías dependientes no aprendieron a distribuir mejor el ingreso nacional, a invertir en investigaciones científicas o técnicas de producción, en fabricación de equipo pesado, es decir, en todo aquello que los pudiera colocar en mejor situación de competencia para cuando terminara la contienda.

Y los grandes capitales recibidos de la economía de guerra, por lo general lo dilapidaron pronto en bienes de consumo superfluo, productos no esenciales y productos necesarios que dejaron de ser atractivos para el mercado extranjero y producían en el exterior a menores precios.

Al tratar de mantener sus empresas ante la competencia extranjera, instauraron subsidios proteccionistas y aranceles, que no se utilizaron para capitalizar, es decir, para aumentar su tecnología y productividad. Distorsionando así el aparato productivo y restando recursos al poder público, destinables a ciencia, tecnología, educación temas que a la fecha continúan débiles.

Cubrir las deficiencias nacionales requiere de la comprensión nacional, la inteligencia, la participación y si hace falta, el sacrificio, pero se trata de la unidad, olvidar la división y los intereses particulares y de grupo. Seguir el rumbo que traza Joe Biden para su país, la unidad, el beneficio para la paz y la concordia, mediante la solución de los problemas de salud, educación, inseguridad, pobreza, – semejantes a los nacionales, aunque parezca que para ellos son menos graves.

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