Por órdenes del gobernador policías asaltan en restaurantes de Saltillo

*** Padre de agente policíaco denuncia que obligan a su hijo a cometer fechorías
*** El principal objetivo: deteriorar la imagen de Chilo López Villarreal.-

Saltillo, Coah.- El periodista José Cruz parece sorprendido. En su programa radiofónico Nada Personal de la estación «La Primera», del Diario de Coahuila, abre el micrófono a un hombre que solo se identifica como empleado del Gobierno del Estado y padre de un elemento de la Policía Acreditable.
El diálogo se realiza en torno a la seguridad pública. El desconocido habla de los tiempos de Jericó Abramo, de los robos de autos, de los crímenes, de las balaceras.
Pero de pronto, sin que el periodista José Cruz pueda hacer algo por evitar que la conversación siga al aire la voz, al otro lado del teléfono, hace denuncias de hechos perversos ordenados por el gobernador Rubén Moreira para mermar la imagen del alcalde de Saltillo Isidro López Villarreal.
El desconocido afirma:
-Yo soy trabajador del gobierno del estado… No te voy a decir dónde…
-No, no se preocupe –responde José Cruz.
– Me quemo…
Deje usted la quemada, le quitan la chamba.
-Si… No… Mi hijo es policía estatal… ¿si?…
-Ajá…
-Y te te voy a decir una cosa, porque ya no es justo… Antes de las elecciones, órdenes directas de mero arriba, ponen a mi hijo y a otras gentes a robar. Son los que andaban asaltando bancos con armas largas, restaurantes, amedrentando gente, todo ¿para qué? Para hacer quedar mal a la policía de Chilo, para que dijeran que son unos inútiles y vamos a hacer esto y vamos a hacer lo otro… ¡Puras artimañas!
El denunciante hace una pausa. José Cruz deja pasar la conversación.
– Mi sobrino, es un raterillo de los que andan ahorita, protegidos por la Policía Estatal.
Recalca la voz que fueron ordenes directas del gobernador, como también lo fue el hecho de manejar con exceso de velocidad en donde hubiera cámaras, todo en vehículos oficiales. Aclara: «Todo el que tenga carro de uso oficial, que se pase todas las cámaras, yo las pago, dijo el gobernador… y pregúntale al municipio si le han pagado alguna.
-Muy buena… muy buena pregunta. De hecho –afirma José Cruz quien encuentra un resquicio para olvidar el asunto de los asaltos policiacos a comensales y restauranteros de Saltillo– estamos en un trámite de transparencia precisamente para saber cuántos vehículos de los gobiernos, en este caso, han infringido la velocidad.
El gobernador transparenta lo que el dice, pero por qué no dice que le recortó el presupuesto al municipio, porque no dice que le debe dinero del año pasado al municipio. Por eso ahora que dice que le va a entrar a la seguridad. Después toma el tema de la tenencia, habla de las carreras que organiza el estado hasta que el periodista Cruz pregunta:
-Haber, lo que llama mi atención, entonces… antes de las elecciones ¿salen los policías a robar?
-Policías estatales y de la Acreditable. Te lo estoy diciendo directamente… ¿por qué? porque es mi hijo… Y le digo ¿por qué lo estás haciendo? ¡quítate de eso! Y el me contesta: «No apá, no puedo, porque me despiden. Es nada más antes de las elecciones, terminando las elecciones, pues ya». Entonces terminan las elecciones bajaron los robos… esos… grandes… Pero siguen los robos pequeños, a casa habitación, aletazos… Pero esto es por que un grupillo de raterillos que traen protegidos los estatales, por órdenes directas de mero mero arriba, son los que andan haciendo todo esto.
Al final, el desconocido agradece a José Cruz el hecho de dejar hablar a la gente. «No como otros que le tapan, le cortan y bueno… usted sí sabe tratar a las personas».
La denuncia queda ahí. Firme. Quitando la sombra de lo que los saltillenses ya sabían. Los asaltos a restaurantes y comensales fueron orquestados desde Palacio de Gobierno con el fin de quitarle imagen a Isi dro López Villarreal y evitar que el PAN ganara las elecciones del pasado 7 de Junio.
En esos asaltos, queda en claro la perversidad del gobernador Moreira y de quien fuera dirigente del PRI, David Aguillón Rosales quien, al parecer, también es artífice de esas maniobras para mermar la aceptación ciudadana hacia el Partido Acción Nacional, sin importar el riesgo en que pusieron la integridad física de miles de ciudadanos que acuden a los restaurantes y bancos de Saltillo.