La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha informado recientemente que México es el país que cuenta con más alumnos en cada aula de clases por maestro, con 30 estudiantes en promedio; esto en medio de las recién cocinadas declaraciones del tentativamente presidenciable Secretario de Educación Pública -Nuño Mayer- quien aseveró que este será un proceso largo que tardará aproximadamente 10 años para lograr su consolidación pero que, no obstante, volcará al país a ser más próspero, libre y justo.
¿Será que el ahora funcionario quiere ver desde la silla grande la sublimación de la Reforma que encabeza?
Además aseguro que, dados los efectos que esperan, se convertirá en el mayor legado de la presente administración encabezada por Enrique Peña Nieto… ¿y la reforma energética?, digo.
Recordando que este proceso verá involucradas las casi 450 escuelas normales del país incluyendo las de corte rural, uno de los talones de Aquiles de la misma administración.
Retomando lo publicado por la OCDE, MX es seguido por Colombia, Chile y Turquía; y cabe destacar que esos 30 alumnos representan EL DOBLE del promedio que reporta la mencionada organización en los países que la componen. La situación de sobrepoblación encuentra su punto más crítico en el nivel secundario en donde en promedio hay 32 alumnos por maestro. El otro extremo del listado lo componen Grecia, Letonia, Eslovenia, Rusia, Austria y Finlandia, donde hay en promedio 10 alumnos por docente, casi la tercera parte.
El producto del análisis es la tesis: “Las clases en grupos más grandes se correlacionan con menos tiempo para la enseñanza y aprendizaje, y más tiempo dedicado a mantener el orden en el salón de clases.”
Pudiese ser que las cifras presentadas por la Organización sean demasiado optimistas respecto del número de alumnos por maestro, debido a lo que la evidencia empírica muestra al respecto de lo complicado que es conseguir un lugar para cursar estudios en una escuela pública en muchas de las ocasiones. Qué bueno que cada vez sea mayor el número de personas que quieran ingresar a una formación en las aulas, sin embargo que lamentable que la oferta educativa sea tan escasa, o limitada económicamente.
Si bien estamos hablando de un análisis cuantitativo de la situación, no deja de ser el promedio del promedio del promedio, etcétera, que a todas luces nos muestra la urgencia de efectos serios e inmediatos de una verdadera reforma a la educación, y sobre todo que esta no puede esperar el tiempo que el principal responsable de la educación pública en el país pide, y que más bien parece una conducta propia de la idiosincrasia de los funcionarios públicos parroquianos.
Para seguir con las cifras en rojo y de acuerdo a la misma Organización internacional, nuestro país se encuentra entre las naciones con menos población en estudios superiores, siendo que la inversión en el rubro educativo es de 5.2% del PIB. Sin embargo si el monto es dividido entre la población estudiantil tenemos unos de los menores gastos por estudiante de la OCDE: 2,600 USD al año en cada institución primaria, algo así como poco más de 42 mil pesos.
Hay que destacar que el presupuesto se incrementa año con año, sin embargo es aún insuficiente y lo alarmante es que hasta hace dos años, en 2013, México fue uno de los países de la OCDE en donde MENOS DEL 60 % DE LOS JÓVENES DE 15 A 19 años estaban inscritosen el sistema educativo, es decir una generación con un bajo nivel educativo, lo cual no es producto de la casualidad.
Existen otro factor determinante además de las oportunidades generadas, o no, en materia educativa: la difícil situación económica de los hogares; muchos jóvenes se ven obligados a abandonar o, en el menor de los casos, descuidar sus estudios para apoyar económicamente en sus hogares. Aunado a ello el 25% de los jóvenes que tienen entre 20 y 24 años de edad no estudiaron ni trabajaron durante el año 2014.
El panorama es tenue de manera general y muy lúgubre en algunos casos que, por desgracia, no son aislados. Se requiere con carácter de urgente una verdadera toma de medidas que atiendan las verdaderas necesidades del campo estudiantil, y no las vigentes que parecen bastante bisoñas y exponentes de la perífrasis gubernamental del Nuevo PRI… de siempre.
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