*** Si alguien merece ser castigado por el caso Allende, ese que a ratos dicen que ni siquiera existió, ese es Rubén Moreira, y de allí para abajo, a ver si para el quinto informe, con eso de que no hay quinto malo, tiene algo de a de veras que informar, o seguirá prometiendo lo que tampoco va a hacer su último año.-

El encabezado de la nota era lapidario, escandaloso como solo pueden serlo los discursos de los políticos de todo el mundo, y en especial los mexicanos, que cada vez que tienen enfrente un micrófono o su sexto sentido les dice que están frente a una cámara, libran la madre de todas las batallas… para convencer a quienes pudieran verlos u oírlos, de que realmente se desloman trabajando y se desviven por solucionar los problemas de sus gobernados: Investiga Coahuila a funcionarios aliados con el crimen.
La nota es importante, de absoluta actualidad por más que se refiera a los hechos ocurridos a finales del sexenio pasado en la cabecera municipal de Allende, donde habrían desaparecido trescientas personas, presuntamente a manos de algún grupo de crimen organizado.
Quien dio la nota fue el gobernador Rubén Moreira Valdés, hablando de lo que él dice es uno de los principales ejes de su gobierno, seguro el más sentido como dicen los políticos cuando algo no les duele, pero que quieren dar la impresión de que sí, y creen que les sirve políticamente.
El único problema con esta nota que le platicamos y que cumpliría con el objetivo de hacer creer a la gente que a la cabeza del poder ejecutivo está alguien capaz, comprometido, sin miedo y que rinde resultados, es que tiene fecha lunes primero de diciembre… del 2014.
Malo cuando los gobernantes no guardan ningún respeto por sus gobernados, peor cuando se burlan del pueblo, pero lo verdaderamente imperdonable es cuando en su desfachatez les falla la memoria de lo que dijeron antes, y repiten casi palabra por palabra lo que ya habían dicho.
Este es el caso del gobernador de Coahuila, quien en su cuarto informe ofreció que el gobierno del estado prepara sanciones para los funcionarios públicos “que no actuaron en su momento en la búsqueda de personas”, refiriéndose concretamente al caso de Allende.
Aparentemente el equipo de trabajo de Rubén Moreira, él en lo personal o quien le redacta los documentos que luego lee como propios, no ha logrado dilucidar después de cuatro años de la administración, de qué es de lo que se trata un informe de gobierno, expresión que a otros se les antoja de lo más clara.
A ver si por eliminación se entiende un poco mejor, un informe habla del pasado, no del futuro, habla de lo hecho, no de lo que se quiere, puede o va a hacer en el siguiente tranco, habla de las realizaciones, no de las amenazas, trata de los logros, no de advertir lo que puede pasar, en fin, que es un documento que se refiere a cosas concretas, comprobables desde la primera hasta la última, no es un compendio de buenas intenciones, ni un programa de trabajo.
Si entendemos así los informes de gobierno, los coahuilenses deberíamos estar más que preocupados por lo parecido que resultan el tercero y el cuarto informes, a esos cuates que tiene Rubén en la Secretaría Técnica debería de ponerlos de patitas en la calle de la amargura, pues aun con su venia, no le cuidan las espaldas de lo que debe decir y lo que debe callar.
Así como están las cosas, en el tercer informe de gobierno Rubén dijo que investigaban a los malos funcionarios que vinculados al caso Allende, no movieron un dedo para impedirlo, detener o castigar a los delincuentes, un año después no ha caído ninguno y la promesa es la de castigar, a los mismos o a otros funcionarios que, sabiendo lo que ocurría, no movieron ni el mismo ni otro dedo. Allí el primero que debería ser llamado a cuentas y castigado es el propio gobernador del estado, ¿por qué?
Primero que nada porque cuando pasó lo que pasó en Allende, decían las malas lenguas que era Rubén el que meneaba el pandero, que era el poder tras el trono y que en este estado no se movía una hoja sin que él lo supiera… o lo ordenara, aseveración que luego resultó falsa, porque a lo que quedó visto nadie meneaba el citado pandero, no había poder ni atrás ni delante ni a los lados del trono, y las hojas… ni árboles hay que se tuvieran que mover.
Pero de que tenían información, la tenían, la de la fiscalía, la de cualquier oficina estatal o municipal, de la policía preventiva, de algún chismoso, de donde fuera, y aun así, no hicieron nada.
Pero eso es del antes, ya de gobernador, las cosas han seguido igual, lo que equivale a decir que han ido empeorando.
Una cosa llama particularmente la atención de la frase airada de Rubén Moreira en ocasión de su informe, de que se actuará en contra de funcionarios, y al ser la misma en el 2014 y en el 2015, lo único que deja en claro es que quienes así actuaron u omitieron actuar, son todavía empleados de gobierno. Una administración que ha corrido gente a diestra y siniestra… viene a ser que conserva a los peores elementos, aquellos que están ligados al crimen organizado, aquellos que tendrían las manos tintas en sangre.
Solo para machacar la pésima actitud de repetir las cosas sin aportar nada nuevo y sin ganas de avanzar un palmo en resolver la cuestión del caso Allende, baste recordar que por allí de noviembre de 2014, el que entonces era secretario de gobierno de Rubén Armando Luna Canales, fue el encargado de salir a intentar quitarle presión a lo de los desaparecidos de Allende, según él no habrían sido los trescientos que el gobierno reconoció desde el principio del sexenio en boca del propio gobernador, sino muchos menos, y si eran y son muchos menos ¿para que andar armando tanto borlote?, por supuesto nadie le creyó a quien a veces se pone guante de seda para defender los derechos humanos y a veces se pone guante de hierro para aplastar a los humanos dejándolos sin derechos, si lo sorprendente es que luego haya salido electo diputado, pero así es la política en este arenero.
Pero este no fue el único complemento de las notas al informe, por allá del 11 de febrero de este año Rubén Moreira declaró que a partir de marzo la procuraduría de justicia estaría girando, como si de barajitas se tratara, órdenes de aprehensión en contra de funcionarios y exfuncionarios relacionados con el delito de desaparición forzada, eso fue luego de haberles dado un tétrico amuleto de huesos y cenizas a los deudos de los desaparecidos, que no es que fueran de sus parientes… pero al fin muertos son muertos ¿o no?
Si alguien merece ser castigado por el caso Allende, ese que a ratos dicen que ni siquiera existió, ese es Rubén Moreira, y de allí para abajo, a ver si para el quinto informe, con eso de que no hay quinto malo, tiene algo de a de veras que informar, o seguirá prometiendo lo que tampoco va a hacer su último año.
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