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Señor Rubén Moreira, su monstruosidad está consumada, y aún quedan eternos doce meses de suplicio

*** Usted se extravió,  y nos arrastra en su espiral de mentiras, por tantas y agudas frustraciones.-

*** Coahuila no se vende en su esencia, ni con todo el dinero (ilegitimo que se posea).-

 

el IV informe de gobierno de Rubén Moreira estuvo plagado de mentiras.
el IV informe de gobierno de Rubén Moreira estuvo plagado de mentiras.

Yo no dudo que usted, Rubén Moreira, algún día soñó con gobernar Coahuila, la tierra de su padres y abuelos, y se vio transformándola. Yo no dudo, señor Rubén Moreira, que usted un día soñó gobernar esta tierra de hombres ilustres, de generales, de independientes y revolucionarios; de prohombres, de nobles hijos del desierto y se soñó entre ellos, escabullido en la gloria de las páginas de la historia.

Claro, nunca soñó gobernarla, luego de su hermano y tener que, con él, “compartir los créditos”.

Yo no dudo señor Rubén Moreira que usted se soñó gobernando esta tierra y haciéndolo con verdad, con hombría de bien, con buenos propósitos y con unas ansias de que la igualdad fuera el sentido de su gobierno ¿por qué, cierto es que los verdaderos comunistas creen en ello? Pero, usted se extravió, señor Rubén Moreira, y nos arrastra en su espiral de mentiras, por tantas y agudas frustraciones. El IV Informe ha resultado un circuito de poder y represión policiaca en torno a un Congreso arrestado, para que unos pocos, atestiguaran más de lo mismo (de los mismos) y de vergüenzas familiares.

¿Qué carajos les hizo Coahuila, señores Moreira, para que se venguen de ella con tal cinismo, con tal saña, con tal vileza?¿Darles el poder, dos veces seguidas, fue nuestro pecado? ¿Los herimos tanto en su complejo social que hay que hacernos trizas, dividirnos y conformar un ambiente de terror, de miseria, de recesión financiera, y sin esperanza?

Si ustedes, los hábiles y cínicos hermanos Moreira, se llevan de hipócritas y monstruos, eso es un asunto que no nos interesa. Ya no nos enloden con su insidia, ya no nos salpiquen con su veneno, ya no se burlen de nuestra desgracia, social y política; esa, ¡esa que ustedes, con su delirio de grandeza y su desfachatada conducta de negocios, han propiciado!

Yo no dudo, pero usted (señor Rubén Moreira) dejó de titubear. Ahora, consiente, en sus sentidos y de pie; miente y trasgrede, hasta a todo aquello que quizás soñó. Ya no es este su destino, ya no es este su sueño; ya no es este el gobierno amable, generoso, comunista e igualitario. Ya no es el cielo de los camaradas, ya no es un sitio que crezca sano y en paz.  Ya no crecemos, ni soñamos ni estamos en paz. Debemos todo y seguimos pidiendo.

Quien venga a sustituirlo (pronto como parece, pronto como deseamos, pronto como se merece), al final de este “monstruoso mandato”, señor Rubén Moreira, nunca encontrará aquel Coahuila de pie. El daño humano está hecho.

Su monstruosidad está consumada, y aún quedan eternos doce meses de suplicio. Quien los sustituya, amén de tanta deuda y pudrición política, tendrá que armar el rompecabezas social, buscando las piezas regadas por doquier. Quién tenga el privilegio de gobernar esta tierra generosa y dócil (como ustedes insensibles políticos, la han tenido, aunque lo ignoren), habrá de curar heridas, sobar ánimos y restañar los agravios y humillaciones: las vejaciones y los enormes daños, que han oscurecido la vida de nuestra amada patria chica.

No se merecen ni un terrón de esta bendita tierra de Coahuila, aunque se la quieran llevar toda. Pueden poseerla toda si se les permite, pero el indómito espíritu de nuestros antepasados, los despertará en sueños, y les incomodará para siempre su tranquilidad, así como, con ciega impunidad; ustedes han robado la nuestra.

Coahuila no se vende en su esencia, ni con todo el dinero (ilegitimo que se posea) que se ponga en la mesa, se compran conciencias y corazones. Las almas puras de los coahuilenses, señor Rubén Moreira, son una inalcanzable conquista, hasta de atilas de remedo.

Yo no dudo de la justicia en la tierra. Yo no dudo en la justicia de los hombres y creo fervientemente en la justicia divina.

Nuestros ojos atónitos verán rodar cabezas, serán testigos de juicios, del regreso del peculio distraído a las arcas estatales. Hay un Dios que todo lo ve. Tengo fe en Coahuila, porque ha despertado y está tomando las riendas de su propio destino. Así como en “Pearl Harbor”, los japoneses, tarde y frustrados advirtieron;  así advierto yo (y, yo no dudo), que frente a sus derrotes pervertidos y a su cruzada por la destrucción de Coahuila…“Está despertando un gigante dormido”.  agpconsultor@gmail.com

 

2 comentarios sobre “Señor Rubén Moreira, su monstruosidad está consumada, y aún quedan eternos doce meses de suplicio

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  1. En la decadencia del imperio romano el Emperador Calígula intentó dejar como sucesor a su caballo, y que el pueblo lo reconociera y coronara como supremo gobernante del pueblo.
    Por largo tiempo hemos pensado y dicho que ya no podemos ver y tener algo peor… Pero siempre hemos encontrado algo peor.
    Que seguirá?
    Mientras no seamos conscientes, valientes y actuemos unidos, nos ganará la corrupción y el desatino…
    ???

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